Diego Alonso Sánchez. Ídolo. |
Diego Alonso Sánchez (1981) es un poeta limeño que estudió en San Marcos y ahí formó parte del grupo Sociedad Elefante (grupo dedicado a la creación literaria; primera vez que escucho de ellos :s). A los diecinueve años se convirtió en padre de Mitsuya Nicolás, fuente inagotable, origen y destino de sus poesías. Publicó en el 2002 una plaqueta titulada 'Mitsuya Nicolás y otros poemas' (publicado por Sociedad Elefante); en el 2009 el poemario titulado 'Por el pequeño sendero interior de Matsuo Bashô' (publicado por Lustra Editores). Aún no he logrado conseguir ninguno de los dos, de modo que, si alguno de ustedes los encuentra por algún sitio, ¡me avisa!
¡El poemario! |
'Se inicia un camino sin saberlo' es el poemario ganador del Premio José Watanabe Varas del 2013, premio que alterna cada año de categoría entre poesía y cuento, de la Asociación Peruano Japonesa (APJ). El fondo editorial de la APJ realizó un excelente trabajo en la edición del libro, cuidando mucho detalles como la nitidez de las imágenes presentadas, la vivacidad de los colores, la textura del papel, etc. Las acuarelas a cargo de Nobue Kondo (no conocía nada de la artista) son sumamente apropiadas.
Reflexión heideggeriana del día. Leer después de un café. |
El poemario es, a mi juicio, desaforadamente genial. Sencillez e intimidad. Dulce afluente de naturalezas orientales. Me da la sensación que es intención del poemario responder la pregunta personal fundamental: ¿cómo fui?. Esta pregunta nos anticipa a lo seguro (nuestra propia muerte) e instantáneamente nos remite al pasado, a nuestro origen, a la forma en que hemos sido, hasta llegar al presente, donde nos empuja hacia el qué del hacer y ahí definimos nuestro ¿cómo fui? restante, por decirlo de alguna manera. Así es como se abre el tiempo: a partir de la anticipación nace el futuro y, a través de este, experimentamos el pasado y el ahora. Una posibilidad de este duro auto examen es la tercerización respecto de uno mismo, la observancia de nuestro pasado y nuestro futuro a través de la mirada del deseo del ahora. La respuesta al ¿cómo fui? que presenta Diego Alonso Sánchez es la de haber sido maestro y guía hacia la adultez de Mitsuya, atesorando la genuina y tierna ilusión de ser un maestro tal que eleve a su discípulo por encima de si, superándole. Una ilusión adicional, de padre, que se refleja en el epígrafe (¡al cual siempre hay que volver tras finalizar un libro!) es la de la visita (no la vuelta) a casa.
Libélulas (verano). Acuarela de Nobue Kondo. |
Hasta donde me da el escaso conocimiento que tengo, toma prestadas dos formas poéticas: el sho-waka (diálogo poético) y el haibun (prosa acompañada de un haiku o alguna otra forma relativamente corta de poesía). La forma del sho-waka es tomada para la forma en que se desarrolla el poemario con la finalidad de exhibir en toda su hermosura la relación de cariño y respeto entre discípulo y maestro (aunque no es estrictamente sho-waka, a diferencia de Hachisu no Tsuyu, pues no hay dos personas en auténtica correspondencia). La forma del haibun, por otra parte, es generalmente usada para narrar sucesos que le ocurren a uno mismo, en diarios de viaje (como en Oku no Hosomichi), en autobiografías. Lo peculiar de este 'Se inicia un camino sin saberlo' es que su haibun está narrado en tercera persona, aunque creo haber aproximado la razón de la elección del haibun y la tercera persona en la forma de la respuesta al ¿cómo fui?.
'Se inicia un camino sin saberlo'. |
¡No dejen de leer este increíble poemario por ningún motivo! A modo de teaser, compartiré los primeros dos poemas (ambos son de mis favoritos, ¡pero mi absoluto favorito se encuentra aún más adelante!):
1
Es el primer día del año. El maestro, inmerso en su jardín durante las primeras horas de la mañana, toma un descanso; decide escribir un mensaje a su joven discípulo:
Amanece bajo el sol del Año Nuevo
y la serpiente que mora
en nuestro interior
abre los ojos para disipar la bruma.
Se inicia un camino sin saberlo.
2
Han transcurrido pocos días desde el Año Nuevo. Por las mañanas es una risa fresca, unos pasos ligeros, un silbido el que palpita sobre la grama y los arbustos, sobre todas las estancias de la casa. Una de aquellas tardes, el aprendiz se anima a responder al mensaje de su maestro; con mano firme traza estas palabras:
Cuando el pez está en el océano,
el océano es infinito.
Cuando el ave está en el cielo,
el cielo es infinito.
Cada paso es una empresa arriesgada.