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Un loquillo. |
Ernest Hemingway era un loco. Escribía increíblemente bien. Todo esto ya se ha dicho: manejaba una ambulancia en la gran guerra, vivió en París como corresponsal de un diario gringo, se hizo broder con la gentita gringa de París (Stein, Joyce, Pound, Fitzgerald), estuvo metiendo las narices en la guerra civil española y la segunda guerra mundial; le vacilaba la pesca, los toros, y la caza. También dicen que era un patán. Me gustó mucho Fiesta (a la cual espero dedicarle algún otro post). Aún no he leído "Adiós a las armas" ni "Por quién doblan las campanas". Creo que en casa tengo un libro con todos los cuentos en inglés de Hemingway. Aún ni lo he tocado.
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¡Léanlo en idioma original! |
Varios amigos me dijeron que leyeron "El viejo y la mar" (erróneamente traducido como "El viejo y el mar", tal vez para evocar la repetición del "the" del título en inglés "The Old Man and the Sea") en el colegio. Es, después de todo, una lectura bastante sencilla. Pero, al igual que en Fiesta y en varios de sus cuentos, la parte más importante de la narración es aquella que no está en el texto. Los silencios, el cambio abrupto de la atención. La empatía que generan los personajes cuando pasan por pequeñas situaciones que nosotros también hemos vivido. Ahí detiene Hemingway la descripción, dejando un vacío muy bien contorneado en medio de la narrativa. No importa tanto si se inspiró en los pescadores del norte del Perú, o si ambientó la historia en Cuba, lugar con el que estaba familiarizado; no importan las edades de Santiago y Manolín, no importa el tamaño del merlín, tampoco los pensamientos y recuerdos del viejo. Lo que importa son los silencios de Hemingway, los puntos en los que redirige nuestra atención. Permite que eroguemos lenta y viscosamente, un sentido íntimo por alguno de los orificios de esa vasija vacía que nos deja en medio de la mesa. Que le dejemos tomar aire por el rato que queramos y brindemos luego. Tras beberlo ya pasamos a otra cosa.
Adiós a las Armas es una de las mejores obras que he leído. Esto sumado a que admiro mucho la obra/vida de Hemingway.
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